Quiero amarte tanto cómo a mi misma, porque ¿cómo amarte sin
conocer de amor primero?
Quiero estar siempre contigo, pero nunca invadir tu
espacio.
Quiero acompañarte sin estorbarte.
Quiero aceptarte, lo bueno y lo malo, sin justificarte.
Quiero admirarte
sin idealizarte.
Quiero que necesites de mi, pero sin pretender ser
indispensable para tu vida.
Quiero escucharte sin juzgar, aunque no pensemos
igual.
Quiero ayudarte cuando necesites, sin hacer las cosas por ti, sino que
simplemente sepas que no estás sólo.
Quiero estar para ti sin asfixiarte.
Quiero poder convencerte sin querer forzarte a creer.
Quiero poder compartir
contigo sin imponerte mis preferencias.
Quiero apreciar todo lo que eres sin
calificarte ni clasificarte.
Quiero valorarte sin compararte.
Quiero tener de ti y poder darte de mi lo que quisieras tener.
Quiero tener de ti y poder darte de mi lo que quisieras tener.
Quiero poder aconsejarte sin
interferir en tus metas y proyectos.
Quiero ser tu apoyo sin que pierdas tu
fuerza.
Quiero caminar de la mano contigo sin caminar el sendero por ti.
Quiero
poder evitar que te caigas y levantarte si no logro evitarlo.
Quiero vivir
contigo tus duelos sin pretender borrarlos, sólo hacerlos más llevaderos.
Quiero poder decir las palabras que necesitas y también saber cuándo prefieres
que compartamos el silencio.
Quiero ser yo misma contigo y dejarte ser siempre tú, porque así te conocí y así es como desde un principio te quise.
Quiero
ser importante para ti, sin pretender ocuparlo todo en tu mente.
Quiero que
seamos uno sin dejar de ser individuos.
Y quiero que si un día decides alejarte
de mi, pueda dejarte ir sin culparte, y que sepas que estés en dónde estés, no
serás olvidado porque un día dejaste tu marca en mi vida.
Quiero todo esto porque quiero que seamos capaces de estar
separados, pero que no queramos estarlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario